Atila

La expresión popular reza que Atila decía «donde mi caballo pisa no crece hierba». Conocido en Occidente como ''El azote de Dios'', sus dominios se extendieron desde la Europa central hasta el mar Negro, y desde el río Danubio hasta el mar Báltico. Durante su reinado fue uno de los enemigos más temidos de los Imperios romanos de Occidente (con capital en Rávena, puesto que Roma había dejado de ser el centro político del imperio) y Oriente (con capital en Constantinopla). Atila cruzó el Danubio e invadió y saqueó dos veces los Balcanes, pero fue incapaz de capturar Constantinopla. Su infructuosa campaña en Persia fue seguida en el 441 por una invasión al Imperio romano de Oriente (o imperio bizantino), cuyo éxito le envalentonó a invadir el imperio romano occidental. Intentó también conquistar la Galia romana (actual Francia), cruzando el Rin en 451 y marchando hasta Cénabo (para entonces llamada Aurelianum, y la actual Orleans), hasta que el general romano Aecio lo obligó a retroceder en la batalla de los Campos Cataláunicos en el 451. Posteriormente invadió Italia, devastando las provincias septentrionales, y logró hacer huir al emperador de Occidente Valentiniano III de su capital, Rávena, en el 452, pero no pudo tomar Roma. Planeó nuevas campañas contra los romanos, pero murió en 453. Tras la muerte de Atila, su consejero más cercano, Ardarico de los Gépidas, lideró una revuelta germánica contra el dominio huno, tras la cual el Imperio Huno se derrumbó rápidamente.
Atila mantuvo contactos diplomáticos con ambas partes del Imperio romano, con el objetivo principal de imponer a los romanos el pago de los tributos más elevados posibles, que Atila necesitaba para mantener unido su imperio multiétnico, de construcción poco sólida. A los romanos, por su parte, les interesaban unas condiciones lo más estables posibles en la vecina Barbaricum para asegurar sus fronteras. La obra histórica fragmentaria de Prisco de Panio es una fuente importante para entender los contactos entre romanos y hunos en esta época.
Atila perduró como personaje en las leyendas heroicas germánicas, así como en la figura legendaria del rey Etzel (nombre germanizado de Atila) en numerosas obras medievales, como el ''Cantar de los nibelungos'' o los poemas heroicos de ''Dietrich von Bern''. proporcionado por Wikipedia
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1Publicado 1966Otros Autores: “…Atila…”
Número de Clasificación: BK2 Atila, KleinschriftLibro -
2Publicado 2004Otros Autores: “…Atila…”
Número de Clasificación: F10 Atila BG-Hb 82/2004GLibro